Para el líder indígena Lindomar Terena, la defensa del territorio es lo más importante para todos los pueblos indígenas del mundo. “Este sistema capitalista, nos expulsa de nuestras tierras para extraer los recursos naturales, nos cerca en espacios que no son nuestros y en esos espacios extraños y reducidos no podemos vivir, afirmó. Nos condenan a cambiar nuestra vida, a dejar de vivir en armonía con la madre naturaleza, nos conducen así al exterminio. Para el Buen Vivir, nosotros necesitamos nuestro territorio, de otra manera el Buen Vivir es imposible”.

El dirigente del pueblo indígena Terena, intervino el Foro Social Mundial, que se realiza en Salvador, la Capital del estado de Bahía – Brasil. Fue uno de uno de los expositores en el encuentro internacional sobre “Nuevos Paradigmas para la Sociedad del Buen Vivir”, promovido por diversas entidades que trabajan por la justicia social en el mundo como, CIDSE, Misereor, DKA, Fastenopfer, Desarrollo y Paz, Fundación Rosa Luxemburg, ABONG, ISER Asesoría, entre otros.

“Dado que nuestro territorio es esencial para nuestra vida, hemos decidido, enfatizó con firmeza Lindomar Terena, retomar nuestro territorio, aunque, esa lucha por retomar nuestras tierras ancestrales, signifique que podemos perder la vida”.

“El paradigma del Buen Vivir, para los pueblos indígenas pasa por la defensa del territorio -volvió a recalcar-. En esa lucha, debemos estar todos los pueblos indígenas del mundo. Pero, también necesitamos del apoyo y de la lucha de un gran movimiento mundial de todas las personas que crean que es posible establecer una vida en armonía con la madre tierra. Por ello, les convocamos a todas las personas que tengan, aunque sea una gota de humanidad y de solidaridad en su corazón”.

Los indígenas Terena, de lengua Aruák, viven actualmente dispersos en unos siete municipios del sur de Mato Grosso. Se trata de un territorio muy fragmentado. Viven prácticamente en pequeñas “islas” cercadas por grandes haciendas.

En la mesa de trabajo sobre Nuevos Paradigmas, durante el FSM 2018, intervino también la coordinadora de la Articulación de los Pueblos Indígenas del Brasil (APIB), Sonia Guajajara. Para ella, “si la humanidad quiere de verdad preservar el planeta, tiene que aprender de los pueblos indígenas. Porque defender la vida de humanidad, no se puede hacer sin preservar y cuidar el conjunto del planeta, la casa de todos, de los humanos y de todo lo que existe en la naturaleza.

Para Sonia, tenemos el desafío de desarrollar una resistencia creativa, una organización activa, pero sin caer en la desesperación. Impulsar desde las comunidades, familias y personas nuevas formas de producción, nuevas formas de vida no consumistas. Y todo ello exige una transformación personal y una transformación social. Necesitamos no solo alternativas técnicas, sino también alternativas culturales y políticas.

Por su parte, el estudioso boliviano, Pablo Solón, indicó que la búsqueda de nuevas alternativas no puede ser de manera aislada, es decir “no podemos buscar soluciones parciales. La alternativa debe ser sistémica, dado que la crisis que vivimos es del conjunto del sistema. Este sistema que vivimos nos ha llevado al estado de destrucción de la vida de las personas, de las culturas y de la madre tierra. La solución por lo tanto debe alcanzar al TODO y no solamente a una de sus partes”, aclaró.

“La alternativa que debemos construir no puede ser solamente anti capitalista. Esta deberá tener entre sus características, el ser también: anti extractivista, anti productivista, anti patriarcado, anti atropocéntrica…”.

Pero cuidado, indicó Pablo Solón, “también el Vivir Bien, tendrá que aprender nuevas cosas. Tendrá que incorporar otras propuestas que se están construyendo por ejemplo desde el feminismo, desde la ecología, desde las comunidades urbanas, desde la economía solidaria, desde las propuestas de decrecimiento… Deberá incorporar la evolución de las sociedades, las nuevas tendencias en la organización social y política de los pueblos”.

El Foro Social Mundial 2018, se realiza en Salvador de Bahía, Brasil, del 13 al 18 de marzo.