Reflexionando sobre las comunidades afectadas por la minería, el Cardenal peruano Pedro Barreto Jimeno, dijo que la Iglesia ya no quiere muchas reflexiones. Que lo que se quiere como Iglesia es pasar a la acción, una acción solidaria, justa y responsable. Esta invocación la hizo en su mensaje dirigido a los participantes del “Encuentro de afectados/as por la minería en América Latina”, coorganizado por la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil -CNBB, CIDSE, el Departamento de Justicia y Solidaridad -DEJUSOL del CELAM y la red latinoamericana Iglesias y Minería, que se desarrolla del 7 al 10 de agosto en Brasilia.

Este encuentro, continuación del primer evento con los afectados por la minería realizado en el Vaticano, en julio del año 2015, trata de promover un diálogo con las iglesias locales y sus jerarquías, así como plantear estrategias comunes en defensa de las víctimas, las comunidades y sus territorios, desde una mirada y compromiso de una fe solidaria. Por el ello, los participantes y coorganizadores se han planteado elaborar nuevas estrategias de acompañamiento a las comunidades afectadas, profundizando la solidaridad y buscando soluciones desde los protagonistas, los afectados por la minería.

“Este evento que están ustedes iniciando, está marcando, yo diría, un hito importante en este avance del proceso de responder a los que la Iglesia quiere realizar. De hecho la iglesia no quiere ya muchas reflexiones y los tenemos con mucha frecuencia. Lo que quiere la Iglesia es pasar a la acción y a una acción solidaria, justa, responsable.”, dice el cardenal peruano Pedro Barreto, en un mensaje de saludo a los participantes y representantes de comunidades afectadas de ocho países de América Latina.

Haciendo eco del llamado del Papa en el encuentro del Vaticano en el 2015, Mons. Pedro Barreto, asegura en su mensaje “todo sector minero está indudablemente llamado a efectuar un cambio radical del paradigma para mejorar la situación en muchos países y este paradigma lo tenemos a partir de la Laudato Si, donde el Papa, convoca a todos, absolutamente a todos los actores que están involucrados, en este caso en la actividad minera, a un diálogo responsable, fraterno, solidario, para buscar el único objetivo, que la Iglesia pretende, es respetar la dignidad de la persona humana, de toda persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios.”

“Esta realidad nos hace tomar conciencia -dice Barreto- que todas las personas están llamadas a adoptar un comportamiento inspirado en el hecho de que constituimos una sola familia, la familia humana.” Subrayando el llamado de Laudato si -reitera el cardenal- “que todo está conectado. Que si afectamos al agua, el aire o la tierra, afectamos también a la persona humana. El auténtico cuidado de nuestra propia vida y de nuestras relaciones con la naturaleza es inseparable de la fraternidad, de la justicia y de la fidelidad con las demás personas.”

“Ustedes, entonces están reuniéndose en Brasilia, al igual que en Roma hace 3 años, para escuchar su grito, un grito que se debe transformar en propuestas, en propuestas, no solamente para los gobiernos, sino también para los empresarios mineros y para aquellos que invierten en este tema de minería, y también ustedes, los que sufren directa o indirectamente, a consecuencia de demasiada actitud negativa de los operadores mineros.”, manifiesta el mensaje.

“El grito de la tierra es el grito por la extracción de la riqueza del suelo, que paradójicamente, no ha producido riqueza para ustedes, como poblaciones locales y que siguen siendo pobres, a pesar de la extracción de la riqueza. Un grito de ustedes que es de dolor, que sube hasta el cielo y que Dios escucha. Este clamor de los pobres, de aquellos que realmente ustedes representan.”, agrega Mons. Pedro Barreto.

“Es un grito que resuena en el corazón de Dios y en el corazón de la Iglesia, porque aún ahora, después de 3 años de la reunión que tuvieron en Roma, todavía no hay una conciencia plena, total de lo que significa los efectos devastadores de la minería en las personas y también en la naturaleza. Por eso, yo los invito a que participen activamente en la búsqueda de soluciones y soluciones radicales, que de alguna manera extingan para siempre esos efectos nocivos en las personas y en la naturaleza.”, pide a los afectados/as de la minería reunidos en Brasilia.

“Yo felicito de verdad, a todas las instituciones que están presentes ahí, como coorganizadores, como coordinadores, porque ustedes son los protagonistas de estas soluciones a mediano, a corto y a largo plazo, que deben darse.”, dice.

“Estos días serán para ustedes una ocasión maravillosa para crear una mayor conciencia y responsabilidad en estos temas fundamentales. La dignidad de la persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, la pertenencia a una gran familia humana, la búsqueda del bien común, es como se crea una cultura del encuentro, de solidaridad y de un trabajo en red, para hacer frente a la crisis actual.”, expresa el cardenal.

“Que Dios bendiga pues sus trabajos, y yo desde lejos físicamente, pero, muy cerca, en el corazón de ustedes, sepan que estoy apoyándolos con mi oración y con la bendición de Dios. Que Dios los bendiga, que Dios los ilumine, que Dios los fortalezca. Porque no están solos en este camino de lucha por la dignificación de la persona humana y de alabar a Dios con todo nuestro ser, con toda nuestra vida.”, expresa al finalizar su mensaje, el también Arzobispo de Huancayo y Presidente de la Red Eclesial Panamazónica -REPAM.

Texto completo del mensaje de Mons. Pedro Barreto: MENSAJE DEL CARDENAL PEDRO BARRETO -BRASILIA7ag18 pdf