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a Red Iglesias y Minería en solidaridad con los familiares del dirigente indígena y con los miembros de la comunidad campesina de El Hatillo, exige justicia y que se esclarezca la muerte de Aldemar Parra García, asesinado el 7 de enero de 2017, en la vía El Hatillo, comunidad campesina ubicada en el municipio del Paso, corregimiento la Loma, departamento del Cesar, en Colombia.
El líder y dirigente de aproximadamente 30 años de edad, padre de 3 hijos, un recién nacido y otros dos menores de edad, ocupaba el cargo de presidente de la Asociación apícola del Cesar – ASOGRACE.
La comunidad integrada por 190 familias quienes han habitado por varias generaciones este territorio y desde el 2010 viene enfrentando un proceso de reasentamiento involuntario por contaminación ambiental a cargo de las empresas mineras que operan en la zona.
Según información de ASK y de la organización Pensamiento y Acción Social -PAS, con más de 10 años en acompañamiento y asesoría a comunidades indígenas, los representantes de la comunidad en el proceso de reasentamiento, se encontraban en situación de riesgo tras recibir amenazas y señalamientos por su labor de defensa de sus derechos, por lo cual solicitaron medidas de protección a la Unidad Nacional de Protección (UNP), medidas actualmente en trámite.
Aldemar -sobrino del actual presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda, sobre el que pesa una amenaza de muerte, era un líder social de El Hatillo, su labor se distinguió por acompañar y fortalecer el crecimiento de la asociación, sobresaliendo siempre por sus conocimientos técnicos.
El pasado 7 de enero, después de haber estado pescando en el río Calenturitas en la mañana, en horas de la tarde, hacia las 3:00 p.m., salió a La Loma cuando en la carretera dos hombres con casco en una moto roja, de marca Discover y sin placas, lo alcanzaron a la altura del punto que llaman Mata e´ Zorra entrando a La Loma y le dispararon tres veces por la espalda, donde falleció instantáneamente.
Los autores emprendieron huida de inmediato en dirección a El Hatillo, continuando por la vía hacia Casacará. Se descarta el robo como móvil del asesinato, dado que todas las pertenencias quedaron intactas en el lugar del asesinato.
La Red Sombra y Observadores de Glencore, afirman que el asesinato de Aledamar no es un hecho aislado ya que se da en un contexto de implementación de políticas extractivas donde las ganancias de las empresas transnacionales priman sobre la vida y los modos de vida de las comunidades. Los líderes y lideresas de la comunidad El Hatillo venían sufriendo amenazas y hostigamiento constante.
Actualmente los líderes Almeys Mejía Rojas, Alfonso Antonio Martínez, Marina Martínez, Yolima Parra y Diana Fonseca, vienen recibiendo amenazas por su labor de defensa de sus derechos.
La Red Iglesias y Minería une su voz a la de las comunidades de El Hatillo para exigir a las autoridades respectivas investigar los hechos y encontrar al responsable, igualmente el cese de las amenazas a los líderes de las comunidades.
Con información de PAS y ASK