En vísperas del aniversario de la tragedia más grande de Brasil, conocida como el “crimen ambiental de Brumadinho”, que sucedió el 25 de enero de 2019, ocasionada por la empresa transnacional VALE, en el que murieron 272 personas, Monseñor Bruno Duffé, Secretario del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral del Humano Integral, del Vaticano, envió un mensaje cariñoso y esperanzador a las familias de las víctimas.
“Yo pienso mucho y guardo en mi memoria los momentos que compartimos en mayo del año pasado. Un tiempo de oración, un tiempo de caminata hacia tierra de la mina. Y cuando he tomado en mis manos la tierra para decir la bendición, he pensado a todos los que sufren. Yo pienso que es muy importante continuar el pensamiento, la reflexión, la denuncia”, dice Monseñor Duffé.
“Hay que denunciar un desarrollo que mata que no es un progreso, que es un desarrollo que únicamente beneficia a unos, a unos pocos. Pero, hay que denunciar, pero anunciar también, porque con Cristo, con Jesucristo nuestro salvador, tenemos que anunciar un otro desarrollo. Un otro tiempo. Un futuro, con respeto a la dignidad humana, con respeto de los derechos humanos y también para proteger la vida y el futuro de vida de nuestro planeta. Respeto de las personas, respeto de la tierra”, pone el acento Monseñor Bruno Duffé, en su mensaje.
“Yo pienso mucho también a todas las comunidades de la Amazonía y de todo Brasil. Las comunidades indígenas y las comunidades que sufren no están respetadas en su memoria, en su cultura, en su sensibilidad. Yo pienso en todos y yo quiero ofrecer un signo de afecto desde Roma para decirles que estamos en una misma oración, en una misma comunión y continuamos, continuamos, porque como dice el papa Francisco “la esperanza es más fuerte que la muerte del desarrollo actual”. Tenemos que continuar. Tenemos que estar muy juntos y estoy muy junto a vosotros”.
Al finalizar su mensaje, el Secretario del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral del Humano Integral, del Vaticano, con sus palabras de cariño les transmite la fuerza del amor y la esperanza de un mundo nuevo que ya se acerca… Quiero enviar a todos, un abrazo fuerte, de afecto y esperanza, a todos, mi amor, a todos, la oración. A todos, la esperanza por un mundo nuevo que viene. Un saludo de paz y de afecto a todos mis amigos de Brumadinho, en estos días de aniversario de la tragedia de Brumadihno del 25 de enero del año pasado. Quiero enviar un mensaje de afecto y de esperanza, para compartir con todos ustedes la tristeza y también la fuerza del amor que está entre nosotros”.