La Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina, en comunicado público manifiesta su total apoyo a los obispos de las diócesis de la provincia del Chubut ante el proyecto de “Desarrollo Industrial Minero Metalífero Sustentable de la Provincia del Chubut”.
El comunicado cita la encíclica Laudato si’ del papa Francisco, sobre el cuidado de la Casa Común: “Se vuelve indispensable crear un sistema normativo que incluya límites infranqueables y asegure la protección de los ecosistemas, antes que las nuevas formas de poder derivadas del paradigma tecno económico terminen arrasando no sólo con la política sino también con la libertad y la justicia” (Papa Francisco, encíclica Laudato si’, 53).
Seguidamente, los obispos indican su “total apoyo a los obispos de las diócesis de la provincia del Chubut, que con firmeza y compromiso han pedido en reiteradas ocasiones que se escuche a todos los actores sociales, y al pueblo chubutense en su conjunto, que en su mayoría se manifiestan contrarios al proyecto de mega-minería, de inminente tratamiento en la legislatura provincial. Cabe destacar que también el Conicet se ha expresado negativamente”.
“Valoramos y asumimos el camino recorrido en estos años por las diócesis de la región Patagonia-Comahue y especialmente del Chubut en su reflexión sobre la explotación minera”, continúan, y recuerdan el mensaje de Navidad del año 2009:
«Constatamos que con frecuencia las empresas que obran así son multinacionales, que hacen aquí lo que no se les permite en países desarrollados o del llamado primer mundo. Generalmente, al cesar sus actividades y al retirarse, dejan grandes pasivos humanos y ambientales, como la desocupación, pueblos sin vida, agotamiento de algunas reservas naturales, deforestación, empobrecimiento de la agricultura y ganadería local, cráteres, cerros triturados, ríos contaminados y algunas pocas obras sociales que ya no se pueden sostener».
Por eso también, continúa el comunicado, “nos hacemos eco de lo expresado por los obispos de Chubut en noviembre del año pasado, pidiendo que se busquen otros caminos, que incluyan tiempos prolongados de información y formación ecuánime en los respectivos protocolos, y la necesidad de la consulta popular. Los pobladores de la meseta tienen que tener un lugar especial en esta búsqueda de soluciones. De esta manera, podrán aportar su opinión, y ser verdaderos protagonistas de su destino”.
Finalmente, los representantes eclesiales concluyen: “Invocamos a la Virgen nuestra Madre, para que ilumine las mentes y los corazones de nuestros dirigentes, cuando se presentan situaciones de extrema delicadeza en el cuidado ambiental y social”.