El nodo argentino de la Red Iglesias y Minería expresa su solidaridad con la población de Andalgalá, que se encuentra en movilización y lucha frente a la empresa Yamana Gold y su proyecto Agua Rica en el territorio catamarqueño. En comunicado público indican que paradójicamente, mientras el agua comenzó a cotizar en las bolsas de valores, en Argentina se entrega, este bien escaso e indispensable para la vida, a las empresas que contaminan a través de sus procesos industriales y que dejan enormes pasivos ambientales destruyendo los acuíferos».

«Desde una espiritualidad cristiana que quiere aliarse de manera irrestricta con nuestros pueblos, volvemos a gritar ¡BASTA!, como expresión condensada de un clamor histórico y colectivo. Es insostenible cualquier modelo de desarrollo que no reconozca a los pueblos como verdaderos protagonistas de su destino, tal como lo expresa la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina». Indican en el comunicado.

Refiriéndose a los recientes acontecimientos de indignación, muy criticados por autoridades y medios de comunicación, señalan: «Si la preocupación de las autoridades y de cierto sector de la sociedad son las piedras y las lenguas de fuego que ardieron en la sede de una empresa… otra vez se equivocan. La resistencia del pueblo de Andalgalá es mucho más persistente y debiera moverlos a una mayor inquietud por ponerse del lado de la Vida: vale recordarlo en la semana 588 de sus heroicas caminatas:


«Esta historia de dolor y de

desprecios no se sana fácilmente.
Y la colonización no se detiene,
sino que en muchos lugares
se transforma, se disfraza y se disimula,
pero no pierde la prepotencia contra
la vida de los pobres y
la fragilidad del ambiente”[1]

Desde el nodo Argentina de la Red “Iglesias y Minería”, queremos expresar con evangélico fervor nuestra solidaridad con el pueblo en lucha de Andalgalá, al tiempo que ratificamos nuestra más férrea oposición a la presencia de la empresa Yamana Gold y su proyecto Agua Rica en el territorio catamarqueño, ancestral y originariamente diaguita. Paradójicamente, mientras el agua comenzó a cotizar en las bolsas de valores, se dan continuidad de la entrega de este bien escaso e indispensable para la vida a las empresas que contaminan a través de sus procesos industriales y dejan enormes pasivos ambientales destruyendo los acuíferos.

Los hechos acaecidos recientemente no pueden ser mirados desentendiéndose de su historicidad. Tampoco pueden sopesarse sin realizar un análisis crítico de los conflictos de intereses que volvieron a ser expuestos y que resumimos como: Vida y Soberanía vs. Mercado y Sometimiento.

Del segundo lado de estos términos y para no desentonar con el accionar de los emprendimientos megamineros que gozan ya de tres décadas de legislación favorable en nuestro país, la empresa Yamana Gold opera desoyendo y avasallando la voluntad de las comunidades, sin ninguna licencia social y con un prontuario vergonzante en cuanto a violaciones a los derechos humanos y ambientales.

El maridaje perfecto para estos procedimientos ilegales se obtiene al mezclarlos con la complicidad, la sociedad y la complementariedad de los Estados provincial y nacional, cuyos gobernantes no muestran ninguna intención de ser una herramienta al servicio del pueblo, tal como manda nuestra Constitución y la siempre insuficiente democracia representativa. Al contrario, en respuesta al “derecho madre de todos los derechos” (la protesta), ha decidido estigmatizar, acusar, perseguir y reprimir, confundiendo ominosamente la expresión política de un conflicto territorial estructural con burdos actos de vandalismo[2].

Esta tierras de nuestro norte vienen siendo desangradas y deshidratadas hace años por el tándem Empresas-Estado. Basta el ejemplo de Minera Alumbrera para dejar muestra de este desollaje impiadoso y que no es reciente. Desde una espiritualidad cristiana que quiere aliarse de manera irrestricta con nuestros pueblos, volvemos a gritar ¡BASTA!, como expresión condensada de un clamor histórico y colectivo. Es insostenible cualquier modelo de desarrollo que no reconozca a los pueblos como verdaderos protagonistas de su destino, tal como lo expresa la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina[3].

Si la preocupación de las autoridades y de cierto sector de la sociedad son las piedras y las lenguas de fuego que ardieron en la sede de una empresa… otra vez se equivocan. La resistencia del pueblo de Andalgalá es mucho más persistente y debiera moverlos a una mayor inquietud por ponerse del lado de la Vida: vale recordarlo en la semana 588 de sus heroicas caminatas.

Junto a todos los “condenados de la tierra”, decimos: ¡Fuerza al valeroso pueblo de Andalgalá!

Nodo Argentina de la Red Continental de Iglesias y Minería

13 de Abril de 2021

[1] Papa Francisco, Exhortación Apostólica Postsinodal “Querida Amazonía”, 2 de febrero de  2020.

[2] Cfr. “¿Vandalismo o estallido social? Sobre la violencia en contextos de autocracia mineral”. Equipo de Investigación de Ecología Política del Sur – CITCA CONICET-UNCA, 12 de abril de 2021.

[3] Comunicado de la Comisión Ejecutiva de la CEA, 4 de marzo de 2021.