Comunidades afectadas por la minería de litio reunidas en intercambio, presentan preocupaciones sobre iniciativas de transición minero-energética

Comunidades afectadas por el extractivismo minero de Argentina, Brasil y Perú se encontraron del 8 al 10 de junio 2024, en Oruro, Bolivia, uno de los territorios estratégicos de interés por la extracción de litio, que en diferentes esferas mundiales, como el Foro Económico Mundial, la Unión Europea y otras instancias, ha sido catalogado dentro de los “minerales críticos”, por ser de especial relevancia, en lo que el modelo económico capitalista está llamando la “transición energética”.

“Desde que entramos al país, se observan gigantes pancartas que promocionan la extracción del litio, como una alternativa de seguridad económica para el país. Nacionalización e industrialización del litio, extracción para cambiar la matriz energética, el mineral del futuro.” comenta Bladimir Martinez, joven aymara, integrante de la Red MUQUI, de Perú.

El intercambio fue organizado por un conjunto de 12 organizaciones de América Latina, entre ellas la Red Iglesias y Minería, en el marco de la Campaña de Desinversión en Minería, en colaboración con Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA, Bolívia), Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA, Argentina), Comitê Nacional em Defesa dos Territórios Frente à Mineração (Brasil), con el apoyo de Misereor, Caritas Francia y CCFD Terre Solidaire.

Alrededor de 30 líderes indígenas, afros y campesinos, además de investigadores y organizaciones denuncian la situación de la extracción de los minerales críticos, en el intercambio de comunidades afectadas que se desarrolló también en el marco del XI Foro Social Pan Amazónico, donde las voces de la resistencia fueron escuchadas y donde se ha acogido y también la propuesta de “territorios libres de minería”

La narrativa que se teje en torno a la extracción de los minerales críticos: litio, níquel, cobalto, grafito, manganeso y tierras raras, es muy confusa. En diálogo con las comunidades se percibe una inconformidad de la información, generando dudas y preguntas en los dirigentes comunitarios. Durante el seminario público realizado para concluir del intercambio las voces que resonaron de los territorios indicaron la ausencia de un verdadero proceso de información sobre lo que significa la extracción de litio, qué implica, cómo se lo hará y a quienes afectará.

 

La incertidumbre sobre los proyectos, que las comunidades tradicionales han denunciado unánimemente por violar el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se extiende también al desconocimiento de lo que supondrá para los territorios la extracción del litio. Según los dirigentes que participaron en el intercambio comunitario, no existen estudios que presenten las consecuencias territoriales de la extracción del litio.

 “El litio tiene impactos que no conocemos, que no se han visto antes. Ya tenemos experiencia con otras empresas, pero nunca de litio, no sabemos qué pasará con el agua, qué pasará con la gente y los animales” comenta el Tata Diómedes  Apu Mallku del Suyu Jacha Karangas, pueblo indígena establecido al oeste del lago Poopó, entre Bolívia y Perú.

 

EL intercambio de comunidades ha servido para que puedan poner en común sus miedos, su angustia, las amenazas que perciben y también las esperanzas y las respuestas que se van encontrando en el camino, frente a un gigante que intenta avasallar territorios, tomarse las fuentes de agua, ocupar sitios ramsar, glaciares, salares, cuencas de ríos enteras.

Visitar a territorios amenazados: incertidumbres y la vieja narrativa del desarrollo 

Parte del intercambio entre las comunidades tuvo lugar en el Salar de Coipasa,  uno de los sitios amenazados en Bolivia, ubicado en las zonas del altiplano, donde precisamente nacen las fuentes hídricas.

El Salar de Coipasa está ubicado a 2 horas de Oruro, donde habita el pueblo karangas y otros más, es uno de los lugares donde el gobierno ha anunciado el inicio de la exploración. “Nos dan informaciones diferentes, algunas nos dicen que van a cuidar el medio ambiente, que no nos van a afectar. Yo hablando con los abuelos, ellos están preocupados por la ganadería  y los sembrados, aquí nos dedicamos a la cosecha de la quinoa, al cuidado de las llamitas. Con eso se sobrevive en este territorio y con la explotación de la sal”  menciona Adela Ancco,  autoridad originaria de este territorio.

Desde hace un par de años, la población escucha que está asentada en una gran reserva litio. Ha participado en decenas de talleres con funcionarios gubernamentales  y con representantes de empresas chinas sobre todo, pero no existe información oficial, no existe un verdadero proceso de socialización.  La  consulta previa, libre e informada – conforme orienta el Convenio 169 de la OIT, ratificado por el gobierno boliviano en 1991, por el cual  los pueblos y comunidades tradicionales pueden garantizar el acceso a la información, y comprender plenamente   de qué se trata el proyecto y cómo los afectará y decidir sobre su presente y futuro y como impactará en sus valores, su cultura, su espiritualidad y su territorio.

Para Cleonice Pankararu, líder indígena del pueblo Pankararu en el Vale do Jequitinhonha, el intercambio ha enseñado la incoherencia del discurso del desarrollo propuesto por las economías extractivistas, que al final «deja destrucción y pobreza». La lideresa de la región históricamente habitado por indígenas en  Mina Gerais, Brasil, denuncia la actuación de las empresas  Sigma Lithium (Canadá), Atlas Lithium (EUA), Lithium Ionic (Canadá) e Latin Resources (Australia) que incluso buscan cambiar el imaginario y el nombre del «Vale del Jequitinhonha» para «Vale del Litio». “Estamos aquí en este intercambio como presencia de  lucha en defensa de la Madre Tierra. Ya hemos sufrido mucho con la minería, destruye la esperanza, el amor de las personas, la identidad.  No hay tal riqueza, como ellos dicen, no dejan nada, solo dejan la miseria” concluye. El estado de Minas Gerais es conocido internacionalmente por las recientes catástrofes de Bento Rodrigues (2015) y Brumadinho (2019), en las que murieron 291 personas como consecuencia del derrumbe de una presa de residuos mineros.

 

Experiencias colectivas y caminos a seguir

Como aprendizaje del intercambio quedan algunos puntos en común a profundizar de manera colectiva y en red. Entre las posibilidades más presentes se destacan procesos de formación con comunidades para comprender que significa para América Latina la ola extractiva de minerales críticos.  Los discursos sobre transición energética confunden a las poblaciones, en todas las partes del mundo. Por un lado, en el Norte Global, como Europa e Estados Unidos, la distinción del discurso sobre transición energética en el norte global – – busca reubicar la economía extractivista para nuevos formatos de almacenamiento y producción de energía, como impulsores de los carros eléctricos dejarán de contaminar y contribuir a mermar el cambio climático, aunque siga creciendo la explotación de los combustibles fósiles. de que con estos nuevos formatos de energías.

Por otro lado, en el Sur Global, el despojo no se detiene, de estos territorios se piensa seguir extrayendo la materia prima, para una “transición energética” que no está transitando a un cambio de modelo, sino que simplemente está cambiando el producto mineral, pero no una matriz energética, ni económica distinta. Los parámetros de derechos humanos y ambientales, que cruzan íntimamente aspecto culturales, no contemplan ninguna transición para los territorios víctimas.

«Esta lógica de nuevos extractivismos ya están en curso en nuestros territorios para sostener la demanda energética del norte global. En Latino America son muchos los gobiernos que están poniendo la excusa de la transición energética para impulsar una nueva fase de intensificación de la minería», comenta el investigador Luiz Jardim, miembro del Comité Nacional para la Defensa de los Territorios frente a la Minería en Brasil. El profesor de la Universidad Federal Fluminense (UFF), en Río de Janeiro, sostiene que la transición energética se identifica como una nueva ubicación del capitalismo que propone una falsa «minería limpia». «Existe un capitalismo verde que se transforma ahora como solución de las crisis climáticas. El tema es que las extracciones de minerales críticos para la transición energética ya están siendo extraídos en lo que se mira es más violencia y violaciones de derechos de las comunidades. En Brasil tenemos anualmente un total de 80 conflictos en 76 localidades que ya están extrayendo metales para la llamada transición energética», sostiene el investigador. 

Una certeza en los territorios donde ya ha ingresado la minería es que cuando llega, cambian las condiciones de vida para las personas que han estado antes en el territorio, cambian para mal. Los pueblos son ignorados, el ideal del empleo no es cierto”, advierte Luiz Jardim.

El intercambio de comunidades afectadas por minería de litio destaca, como camino futuro, la urgencia de nuevos espacios de compartir y visitas a locales ya martirizados por este modelo de explotación. La unión comunitaria entre territorios fue un elemento destacado frente los avances de la lógica extractivista sobre los territorios.

Para Kety Perea, de la Asamblea Fiambalá Despierta, en el norte de Argentina, se puede hablar de lo que hace realmente la extracción de litio que ya está presente en sus comunidades, hace más de 30 años: “es una mentira para los pueblos, el litio se va afuera, son muy pocas personas del lugar a las que emplean de mano de obra, con bajos salarios, traen gente de fuera, con todo lo que eso implica. En mi pueblo hay empresa canadiense y empresa china. En sus publicidades anuncian proyectos grandes con cifras millonarias. No es para el pueblo, al pueblo le dan ayudas básicas, que en realidad con migajas.” Kety ha sido testigo desde hace varios años, como la extracción de litio ha dañado la vida de su lugar y por ello recomienda a sus compañeros de otros lugares: “Esto es muy hermoso. Tomen la mejor decisión para proteger a  nuestra Pacha”.

Vito Calderón, es parte del colectivo Derechos Humanos y Medio Ambiente que reúne a comunidades del sur del Perú afectadas por diferentes impactos ambientales. En el intercambio de comunidades, su planteamiento ayudó a reflexionar sobre los impactos que genera la extracción minera en la salud, en los derechos humanos, y la desinformación que pone en riesgo la vida de poblaciones enteras.  “Se dice que en Puno está el mejor litio del mundo. En Puno no se respeta los derechos humanos, el derecho a la vida, nos han asesinado 22 hermanos, de la zona del litio 2 hermanos. En ese contexto está el proyecto de litio. Ríos contaminados, nuestros hijos con anemia, metales pesados, esa contaminación no solo está en el agua y las tierras, está en el cuerpo de las personas. De 1 millón de pobladores, el 58% está expuesto a metales pesados”.

El litio en la zona de Perú se extraerá de roca volcánica, a diferencia de Bolivia, que es en salar. Este proyecto está cerquísima de uno de los glaciares más grandes del mundo y el agua, será profundamente afectada. Además de esto, Vito señala un tema muy delicado, explica que para extraer el litio en estas condiciones, primero deben extraer uranio, que está ubicado en una capa superior al litio. El uranio es un mineral radioactivo, y en el Perú, como casi en ningún país de Sur América, existe un protocolo adecuado de extracción de minerales radioactivos, por el cuidado que ameritan.

“Los recursos de todos los peruanos se otorgan a empresas, que extraen y se llevan. Hay una buena relación entre empresa y gobierno y siempre se deja a un lado la participación de comunidades indígenas y campesinos” concluye.

Para el tata Eloy Flores de Uyuni en Bolivia, la historia es dolorosa. Comparte en el intercambio que a su avanzada edad, ya ha visto lo que hacen las empresas mineras. Su comunidad a orillas del salar de Uyuni, es dique de cola de explotación minera de Huainuni. “En la CORIDUC nos hemos organizado a la fuerza por la contaminación de las empresa mineras. Seguimos peleando para que nos respeten, haciendo la resistencia. Las empresas mineras nos avasallan completamente, nos desalojan porque quieren nuestras tierras, las empresas son aliadas del gobierno, de cada uno de los gobiernos. Aún cuando mi padre me dejó terrenos para criar vacunos y oveja, por esto, yo no tengo tierra, estoy caminando pidiendo limosna. 

Escuchen, si nos contaminan el agua con qué vamos a vivir nosotros?.”

Las comunidades hacen sus planteamientos de presentes y futuros posibles. Las que ya sufren la explotación minera, son enfáticos en decir a sus hermanas y hermanos que se fortalezca el tejido comunitario, que se refuerce la identidad cultural, que no se dejen llevar con promesas engañosas, con discursos desde el poder estatal y empresarial, que pretenden convencer y confundir.

La mama Adela Ancco, en relación a las comunidades donde se pretende ingresar con proyectos de litio, afirma que “necesitamos canales de distribución y transformación de la sal, sii avanzamos al acopio y el procesamiento, el mercado puede cambiar y aumentar fuentes de trabajo. Tenemos lugares turísticos hermosos, tenemos pensado expandirnos con el turismo, cultivar y criar nuestros animales, esa es nuestra vocación, eso nos advierten los abuelos “.  Caminos futuros sobre cómo promover un desarrollo integral sostenible, en sintonía con derechos de las comunidades, sus cosmovisiones, espiritualidades, fue tema presente en los conversatorios.

 

Acompañamiento de las Iglesias a comunidades martirizadas por la minería

Desde las iglesias que acompañan a las comunidades y enfrentan el modelo extractivo de despojo, en la línea de los postulados del Papa Francisco en la Laudato Si y Laudate Deum, en América Latina y Europa, se está haciendo un trabajo consistente por investigar, informar, recoger evidencia, de lo que viene sucediendo con los discursos y acciones de cara a la transición energética, focalizando los esfuerzos en generar información para las comunidades, proponiendo reflexiones y debates críticos a una narrativa que parece estar nuevamente de la mano del capitalismo extractivista que encuentra maneras de nombrar el mismo sistema colonialista.

El Intercambio de Comunidades Afectadas por la Minería de Litio busco generar procesos de diálogo y formación para líderes y lideresas de comunidades en movilización de una postura crítica a las propuestas planteadas desde el norte global sobre la transición energética en línea de nuevas inversiones para extractivismos en América Latina. La iniciativa fue fomentada por la la Red Iglesias y Minería, junto a congregaciones religiosas, como los Oblatos, en colaboración con Misereor, Secours Catholique – Caritas France y CCFD – Terre Solidaire de Francia que han colaborado para la organización de este espacio.

 

Guilherme Cavalli, asesor para diálogos Sul-Norte de Horizont3000 y coordinador de la Campaña de Desinversión en Minería, destaca la autonomía y autodeterminación de las comunidades delante proyectos que llegan de manera impuestas. «Hace 500 años escuchamos que Potosí, aquí en Bolivia, iría desarrollar toda la región por la minería. Este discurso se repite ahora con Litio desde una ecología imperialista que se pinta de necesaria y verde por la transición energética. ¿Cuál es la vocación territorial de la región de  los salares? ¿De qué viven las comunidades de esta región? Sin duda no es de minería. El tema es que las comunidades tienen el derecho de elegir sobre sus territorios, sin engaños o discursos mentirosos», sostuvo el miembro de la red Iglesias y Minería (RIM).

El Padre Roberto Carrasco Rojas, O.M.I., Superior de la Delegación General de Bolivia y Perú (BOLPER) enfatizó, en el cierre del intercambio, que las comunidades deben exigir los derechos sobre sus territorios ancestrales en base a las opciones más profundas de los pueblos. «El Papa Francisco en su magisterio resalta la importancia de estar juntos, acompañando los pueblos desde sus urgencias. La minería se presenta como una amenaza a las comunidades hoy. Estar junto con los pueblos que sufren por este modelo también es nuestra misión».

La era del litio recién empieza, la historia de latinoamérica ha visto sangrar la tierra, el agua y extinguirse a pueblos enteros por la extracción de diferentes bienes de la creación. Por ello es urgente las respuestas comunitarias.

 

“Solamente la unidad de los países latinoamericanos, puede ayudarnos,  sabemos que no va a acabar la amenaza de la explotación minera, porque los intereses de las empresas y

 las ganancias son muchas,  pero con esa unidad vamos a exigir juntos que respeten las leyes, que respeten a las comunidades”, anima el Apu Eloy Flores.

 

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