Juan López fue asesinado hace 2 semanas cuando salía de hacer lo que hacía cada sábado, desde hace muchos años, celebrar la Palabra. Desde muy joven se involucro en las causas del Reino, se hizo consiente de las situaciones de injusticia y opresión y luchó para cambiarlas. Se enfrentaba contra grandes intereses, por eso fue amenazado, perseguido, criminalizado (que irónicamente, hasta después de su muerte fue sentenciado), contra empresas mineras, gobiernos de turnos y grupos criminales. En muchos lugares del continente su coherencia, testimonio y trabajo concreto retumba como una semilla de inspiración en medio de estos tiempos tan violentos.
No callarse frente a las injusticia y la corrupción tiene un costo muy alto en Latino América
Su esposa y sus hijas, sus amigos, familiares, su comunidad cristiana, sus compañeros y compañeras en la resistencia, no se consuelan con su pérdida. «Era un compañero indispensable» comentó Leslie Frazier, de Radio Progreso y compañera de Juan en la lucha por la defensa del río Guapinol.
Vivimos en el territorio más violento el mundo para defender la naturaleza. Los defensores de DDHH en América Latina, según el último informe de Global Witness explica que los líderes campesinos, indígenas y afrodescendientes, están en peligro constante en la región, sobre todo relacionados a la defensa del medio ambiente.
La diócesis de Trujillo en Honduras, a la que pertenecía con fidelidad y compromiso, emitió una carta, donde exige al gobierno al protección de quienes están siendo intimidados por exigir justicia por el asesinato de Juan López, por lo que la violencia contra los defensores, se agudiza.
En su carta, exigen al gobierno de Honduras, dar respuestas para garantizar la justicia y la protección de otros defensores: Cese de la violencia y la criminalidad contra personas que defienden la vida, el agua, investigación independiente y exhaustiva, protección inmediata a los defensores, cancelación definitiva del megaproyecto de Emco Holdings/Los Pinares/Ecotek, El proyecto minero Las Golondrinas y el proyecto minero El Venado y demandamos la implementación inmediata del Decreto 18-2024, que protege de minería a todas las áreas protegidas de Honduras, y cuya defensa le costó la vida a nuestro hermano Juan López.
Un compromiso de cambiar el sistema
El obispo de Trujillo, monseñor Jenry Orlando Ruiz, de quien Juan López fue un estrecho colaborador, escribió en un mensaje: «Usted me dijo que no era ecologista porque para usted el compromiso social, ecológico y político no era una cuestión ideológica, sino una cuestión de su ser de Cristo y de la Iglesia».
Redes de la Iglesia y la sociedad civil en toda la región se han pronunciado exigiendo justicia y demandando la verdad sobre el asesinato del compañero Juan López.
El mismo Papa Francisco encomendó la vida de Juan en defensa de la Casa Común, y le dedicó una sentidas palabras en el rezo del Angelus y expresó su cercanía con quienes luchan en defensa del Bien Común y se ven pisoteados en sus derechos más elementales.
Exigen investigación, justicia y no repetición
Organizaciones sociales, plataformas de DDHH nacionales e internacionales, han emitido un comunicado a la presidenta Xiomara Castro donde señalan las múltiples omisiones que ha hecho el gobierno frente al caso de Juan y de muchos otros, siendo Honduras un país, donde defender el agua y los territorios es muy peligroso, el mismo líder asesinado ha sido criminalizado, junto con 30 compañeros más, en una larga lista de defensoras y defensores asesinados y amenazados por las empresas extractivas y los grupos criminales. En su carta recuerdan que Juan, contaba con medidas cautelares de la Corte Interamericana, que no le valieron de ninguna seguridad y demandan del gobierno acciones contundentes sobre este hecho. Además ponen énfasis en las acciones que llevaron a intimidación y amenazas a la víctima, quien había denunciado corrupción, señalado líderes políticos y empresas explotadoras de minerales, coludidas en tramas de ilegalidades. «El lento avance y los resultados de investigaciones de asesinatos de defensores de derechos humanos, incluyendo el medio ambiente, es lo que nos hace pensar en la necesidad de un
acompañamiento internacional para la fiscalía y una veeduría en los procesos penales. La lucha contra la impunidad es uno de los mayores desafíos que enfrenta el país. La pérdida de un defensor del medio ambiente, es también un llamado a la acción. Señora Presidenta, en sus manos está avanzar hacia la instalación de la Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (CICIH).» mencionan en su comunicado.
EL Celam en una carta, recoge la vida de Juan y su martirio como un referente en la búsqueda de la justicia y la defensa de la vida y de la creación, en un llamado solidario, honra su vida, expresa su cercanía con su esposa e hijas y experesa con esperanza : «Así como el cuerpo de Juan fue sembrado en tierra, nuestras semillas de esperanza sean
esparcidas en cada rincón de nuestro continente. “Por tanto, mis amados hermanos, estén firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que su trabajo en el Señor no es en vano” (1 Co 15, 58)
Personas como Juan Antonio López, nos enseñan el camino a seguir, no debemos dejar que otros actúen por nosotros, hay que luchar para conseguir objetivos, no debemos delegar en otros nuestro futuro, nuestra vida y el porvenir. Nunca estamos solos. Gracias, Juan Antonio.