“Lamentamos que se haya aprobado la ley que permite la explotación minera en nuestro país, sin escuchar a la población.
Es una acción que contraviene la voluntad del pueblo y que, ignora su victoria alcanzada en el año 2017, logrando que se
aprobara una ley que prohibiera la explotación minera, protegiendo de esa manera la vida y la salud en nuestra nación”.
(Conferencia Episcopal de El Salvador). 24-12-24.

 

El pasado diciembre el legislativo de El Salvador derogó la única ley en el mundo que restringía la minería metálica que se aprobó hace varios años, luego de una gran movilización popular impulsada por la organización ADES y la Mesa Nacional Frente a la Minería Metálica

Con el discurso de que los recursos de la minería deben ser usados para mejorar la calidad de vida de los y las salvadoreñas, el presidente Bukele pidió a la asamblea cambiar las leyes para permitir la minería. Frente a ello, una gran organización se sigue gestando, para promover la defensa de la naturaleza, la posibilidad de vivir del agro y producir alimentos sanos y saludables, la defensa de las fuentes de agua y el futuro.

La iglesia católica que ha tenido un rol importante en este proceso de defensa de los territorios, ha expresado su preocupación, consiente de que la narrativa del desarrollo a cambio del extractivimo, es falsa y compromete el futuro.

En este contexto se ha emitido un comunicado por parte de la Red Eclesial Mesoamericana – REMAM que expresa:

2. En comunión con lo expresado por la Conferencia Episcopal de El Salvador, las distintas parroquias del país, el Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC), la academia, organizaciones comunitarias y pueblos originarios; la REMAM también lamenta que se haya aprobado una la ley sin escuchar a la población y sin considerar el grave diagnostico ambiental de El Salvador.

3. En el 2017, El Salvador logró un importante consenso mediante la aprobación de una Ley de prohibición de la minería metálica. Este histórico consenso, cuya finalidad fue proteger la vida, fue ignorado ahora por un pequeño grupo de poder que lo único que les interesa es la codicia del dinero.

4. La centralidad de nuestra preocupación como REMAM son las personas, las comunidades pobres y en general por la sociedad salvadoreña que se merece un medio ambiente libre de contaminación. Nos preocupa: el agua, los ríos, la fauna, los bosques y el suelo; pues la minería representa una amenaza a todos estos soportes de la vida.

5. La REMAM ha escuchado las distintitas voces de preocupación que llegan desde El Salvador: Iglesias, academia, medios de comunicación, comunidades, pueblos, entre otras; todas coinciden en la inviabilidad de la minería ya que el diagnostico ambiental de El Salvador es muy grave: el 75% de sus ríos está contaminado; es el segundo país más deforestado de América después de Haití y con una de las densidades poblacionales más alta de Latinoamérica. 

COMUNICADO COMPLETO AQUÍ

Otras organizaciones de fe, como Cáritas el Salvador, se han juntado para lanzar la campaña Sí a la Vida, No a la Minería, que busca entre otras cosas, pedir la derogatoria de la nueva ley de minería. LEA MÁS sobre la campaña