Cada ser y cada ecosistema tienen el derecho a vivir y florecer… el agua tiene derecho a fluir libre y los pájaros tienen derecho a beber y volar”. Se leyó en voz alta y entre aplausos al finalizar el Foro Social Temático sobre Minería y Economía Extractivista, que se realizó del 12 al 15 de noviembre en Johannesburgo – Sudáfrica.

Las delegaciones que sumaron más de 350 personas provenientes de 60 países, incluyendo 28 países africanos, aprobaron un pronunciamiento público que subraya la importancia que deben tener las comunidades y pueblos a ejercer su derecho de decir NO a minería y NO a la economía extractivista.

El pronunciamiento, que en breve circulará en diversos idiomas, señala que el derecho a decir no a las actividades extractivas en sus territorios, es también el derecho a decir SÍ…. “Sí, a vivir en armonía con las demás formas de vida en este planeta. Sí a reconocernos como parte y no como dueños de la naturaleza. Sí a reconocer y respetar los derechos de la naturaleza. Sí a decidir en común la forma de vivir, teniendo en cuenta sus tradiciones y culturas”.

“La naturaleza, el clima, el agua y todas las formas de vida no están a la venta, no son mercancía, son entidades con derechos propios, como lo señalan las culturas y pueblos originarios de África, América, Asía y Oceanía”.

Durante los 4 días de diálogo y debate, se mostró cómo las corporaciones multinacionales avanzan desenfrenadas en todo el mundo, y particularmente en América Latina y en África:  Violan los derechos humanos, los derechos comunitarios y los derechos de la madre naturaleza. Extraen los recursos naturales a través de la minería, proyectos intensos de mega agricultura y pesca a gran escala. “Todo esto, lo hacen con apoyo de los gobiernos y en nombre del progreso y el desarrollo”.

“A las comunidades se les muestra humo y espejos junto con falsas promesas, pero no todos los pueblos se dejan convencer”; afirmaron los delegados africanos del Congo. “Desde Xolobeni en el Cabo Oriental, hasta Tete en Mozambique; a las comunidades en el valle de Bundi, en la República Democrática del Congo, cuyas tierras y medios de vida están amenazados por una represa a gran escala: la gente se está levantando y diciendo ¡NO! A la minería, ¡No al extractivismo!”.

Las delegadas mujeres, que tuvieron destacada presencia y participación indicaron que “él modelo capitalista extractivista, que se basa en la sobreexplotación de los recursos naturales, ha devastado el medio ambiente; ha perjudicado y limitado el acceso al agua; exacerbado el cambio climático. En muchos casos, el poder corporativo ha desplazado, destruido y dislocado a las comunidades y su forma de vida. Cada vez más las mujeres son las más afectadas por la violencia del saqueo corporativo. Este sistema brutal y explotador desintegra el tejido social básico de las comunidades y las divorcia por su cultura e identidad”.

Entre los acuerdos finales, destacan la decisión de continuar coordinando y uniendo las luchas de las comunidades afectadas por la minería y demás formas de extractivismo, Así como en la urgencia de dar a conocer y profundizar las experiencias económicas, sociales y culturales que nacen y se implementan desde los pueblos.

Sin duda que también, una de las características de este Foro Social Temático, fue una amplia presencia de miembros de comunidades cristianas y otras confesiones que han asumido el compromiso de cuidar y defender la CASA COMÚN así como acompañar las luchas de las comunidades y pueblos en la búsqueda de alternativas post-mineras y post-extrativistas.