A finales del mes de Mayo, el Banco COMMERZBANK celebró su Asamblea Anual. Este Banco es el cuarto más grande de Alemania por activos totales, después de Deutsche Bank, DZ Bank y KfW.​ Commerzbank es un banco especializado en banca comercial, banca corporativa y en banca de inversión.  Tienen la política de no dar comentarios sobre sus clientes y también ha decidido no relacionarse con líderes de América Latina representantes de comunidades afectadas por la minería.  Gracias a la  Association of Ethical Shareholders Germany (Asociación de Inversores Éticos de Alemania) y a Facing Finance, fue posible llevar las voces de denuncia de comunidades martirizadas por la extracción de minerales a cargo de la empresa británica AngloAmerican.  Association of Ethical Shareholders Germany dio el espacio, en la Asamblea de Socios para que, con una carta presentada por la Red Iglesias y Minería se pida a Commerzbank que no sea cómplice de la violación de derechos y destrucción sistemática que produce Angloamerican en los países de Chile, Brasil y otros.

La carta que compartimos íntegramente, corresponsabiliza a los financiadores de las grandes mineras en que persistan violentando y pisoteando a las comunidades, legitimando sus prácticas y generando destrucción irreparable en muchos sentidos.

A Continuación la carta:

Estimados accionistas,

Junta Directiva y Consejo de Vigilancia,

Somos organizaciones miembros de la Red Iglesias y Minería, una red de organizaciones eclesiásticas y de la sociedad civil que acompañan a las comunidades cuyos derechos humanos y medioambientales son violados por la minería en nueve países de América Latina. Las comunidades afectadas por la minería, especialmente en el Sur Global, sufren a diario el dolor y el desconocimiento de sus derechos sociales, económicos y culturales. Le escribimos esta carta sabiendo que el sector financiero tiene la responsabilidad de «decir no a una economía de exclusión y desigualdad», de decir no a una economía que mata, como dijo el Papa Francisco. 

La minería está lejos de estar a la altura de su responsabilidad social según los criterios ESG, de «medio ambiente, social y gobernanza». Hoy denunciamos lo que hemos visto, oído y sufrido en Minas Gerais en Brasil y en el pueblo de El Melón en Chile. Ambos lugares sufren la presencia de la empresa minera Anglo American, que les niega sus derechos más básicos, como el derecho humano universal al agua. Commerzbank está directamente vinculado a esta empresa, a la que ha financiado con varios cientos de millones de euros en los últimos años, como señalamos, entre otras cosas, en el Informe sobre Dirty Profits del año pasado junto con Facing Finance. Al apoyar financieramente las actividades mineras, Commerzbank comparte la responsabilidad de lo que ocurre en las comunidades donde la empresa minera comete violaciones de los derechos. La financiación de las actividades de Anglo American y los dividendos de la empresa minera legitiman un comportamiento que vulnera los acuerdos internacionales sobre derechos humanos y medio ambiente.

La mina de hierro Minas-Rio de Anglo American, por ejemplo, afecta a tres ciudades del estado brasileño de Minas Gerais. Las señales de tráfico que advierten del peligro de rotura de una presa son omnipresentes en la región, recordando a la población que la presencia de la empresa minera pone en peligro sus vidas. Las comunidades rurales cercanas a la mina Minas Rio de Anglo American se verían directamente afectadas por una rotura de la presa de relaves mineros, como ocurrió en Mariana y Brumadinho, donde la rotura de la presa de la empresa minera Vale mató a un total de 291 personas en 2015 y 2019 (19 en Mariana y 272 en Brumadinho). Los líderes comunitarios de la localidad de Conceição do Mato Dentro, donde opera la mina Minas-Rio de Anglo American, se quejan de falta de participación y de que las demandas de la comunidad no son escuchadas, por ejemplo cuando se trata de reasentamientos. Anglo American niega que las comunidades afectadas lo estén. Pero carecen de agua y conviven con el polvo tóxico provocado por las explosiones de la empresa minera. Los líderes que se oponen a la minería son amenazados, perseguidos e incluso obligados a participar en programas de protección de defensores de derechos humanos.

La historia se repite en muchas zonas colonizadas por la industria minera. En la comunidad de El Melón, en Chile, donde Anglo American explota la mina de cobre de El Soldado, la minería ha dejado un rastro seco y sucio de destrucción. La vida cotidiana de una comunidad que siempre se ha basado en la agricultura y la ganadería se ha visto brutalmente alterada por las actividades de Anglo American. La sequía provocada por el elevado consumo de agua de la empresa minera ha puesto la dinámica social, económica y política de la comunidad en una situación indigna. Anglo American utiliza 109 litros de agua por segundo, mientras que la comunidad sólo dispone de 13,5 litros por segundo. Gilberto Castillo, líder comunitario, explica que la gente no tiene agua para lavarse las manos, beber o lavar a sus abuelos; que tienen que comprar agua purificada para evitar enfermedades; que los habitantes de El Melón sufren la contaminación y polución de las aguas subterráneas y superficiales, confirmado también por estudios, porque no tienen acceso suficiente, equitativo y permanente al recurso vital del agua.

Como organizaciones eclesiales y de la sociedad civil, hacemos un llamado al Commerzbank para que cese su relación financiera con Anglo American y opté por respetar los derechos humanos y los tratados internacionales. Los ejemplos anteriores muestran cómo Anglo American viola sistemáticamente los derechos de las comunidades de El Melón y Minas-Rio. Pedimos al Commerzbank que adopte un nuevo enfoque respecto a las empresas mineras y le invitamos a entablar un diálogo con los afectados. Estamos a su disposición en cualquier momento.

Muchas gracias.