Empresas privadas y operadores privados exportaron oro desde Bolivia por un valor de 380 millones de dólares en enero y febrero de este año según el Instituto Nacional de Estadísticas.

Si en dos meses lograron producir y vender esa cantidad de oro, en 10 meses podrían vender esa riqueza por un valor mucho mayor a los 3 mil millones de dólares.

Y “tal vez” la producción y la venta se aproximarían a los 4 mil millones de dólares en los 12 meses de este 2023.

Eso es mucha más producción y venta que los 3 mil millones de dólares del 2022 según el anuario estadístico del Ministerio de Minería.

¿Por qué se produce y se exporta más oro?

La onza troy de oro, 31 gramos, costaba 35 dólares en 1.971. Trepó a 850 dólares en los años 80 del siglo pasado. Luego bajó y su precio se estancó.

La onza troy de oro costaba unos 600 dólares el año 2006.

Este 2023 esa misma onza troy, unos 31 gramos, cuestan más de 2 mil dólares en el mercado mundial de minerales.

El oro va en alza, baja un poco, a veces se estanca pero luego vuelve a subir. El oro incrementa su valor monetario de manera abismal frente al resto de los minerales.

Cuando hay guerra, invasiones, subida general de precios y caída del dólar en el mundo…¡el oro sube!.

Las redes sociales, plataformas y páginas web del oro señalan que especuladores, inversionistas y emprendedores refugian sus ahorros y capitales en el oro cuando el mundo atraviesa una crisis económica. Generalmente prefieren  al oro en lugar del dólar.

¿Y en Bolivia?

Anoche los senadores aprobaron en grande y en detalle la ley del oro, dicen que es para que el Banco Central compre una parte del oro que se produce en el país y con esto fortalecer las reservas netas internacionales.

La norma dice que si vendes oro al Banco Central estás liberado de pagar el impuesto a la transacción y el impuesto al valor agregado y el Banco Central puede “dejar en prenda el oro” sin el permiso de la Asamblea Legislativa Plurinacional.

Muchos bancos centrales en el mundo compran oro para hacer lo mismo

¿Saqueo?

El valor de la producción de minerales en Bolivia fue mayor a los 6 mil millones de dólares el año 2022. La producción aurífera fue prácticamente la mitad de ese total.

Un 90% del oro, según el anuario estadístico del año pasado, se produce en La Paz y Beni. Pero la mayor parte de esa producción se genera en La Paz. Los auríferos pagan menos de 70 millones de dólares en impuestos y regalías, prácticamente migajas.

Toda la producción de oro está en manos privadas, las que son escasamente controladas dejando beneficios mínimos para el país y caracterizando una situación de saqueo en Bolivia.

¿Y la contaminación?

El Estado no ha podido controlar la importación, venta y utilización del mercurio en la recuperación del oro en los departamentos de La Paz y Beni.

Bolivia ha firmado el convenio internacional de Mina Mata que le obliga a realizar ese control y regulación del mercurio que contamina y envenena los ríos del país, pero no ha podido cumplirlo

¿Y la industrialización?

La Constitución ordena 17 veces la industrialización del oro y en una de las reiteraciones señala que Bolivia no será independiente ni soberana si no industrializa sus recursos naturales.

Juan Carlos Enríquez Sanabria

Radio Pío XII – Bolivia